De origen humilde y vida atribulada José Cano ‘Canito’ fue un jugador singular con una biografía tormentosa. Su padre murió antes de que él naciera y su madre lo internó en un colegio donde convivió con niños huérfanos y abandonados.
Enemigo de la disciplina y los libros, de allí se escapó a los 14 años. Canito es hijo de la Barcelona de los setenta, de la calle, del barrio, de la marginalidad. Coqueteó con la delincuencia, pero el fútbol lo rescató… por un tiempo. Jugó, entre otros equipos, en el Cádiz, Espanyol, su gran amor, Barcelona, Betis y Zaragoza; y fue internacional en una ocasión.
Enorme jugador, estaba destinado a convertirse en uno de los grandes futbolistas de su época. Por su talento y su portentoso físico. Pero su carácter rebelde e indomable le impidió volar más alto. Con 32 años se retiró en el modesto Iberia, el equipo de su barrio donde empezó a jugar.
El fútbol lo rescató de la marginalidad a la que estaba destinado. Le ofreció un futuro, una vida. Pero en sus últimos años transitó por su lado más oscuro. El 25 de noviembre del año 2000 desapareció una elegante figura, con el balón en los pies o transitando la vida. Tenía 44 años.
Movistar Plus+ aborda la historia de Canito este próximo jueves 26 a partir de las 22:00h en #Vamos de M+.
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